1º ¿Quién es MANUEL HUERGA?
Un autodidacta
compulsivo, voyeur y con un ramalazo friki. La mayor parte de mi vida la
invierto en aprender observando, coleccionando imágenes, leyendo, escuchando
(escuchando música, pero también a las personas) y trabajando, sobretodo
trabajando. Espero que así sea hasta el último día de mi vida.
2º ¿Cómo empezaste a interesarte por todo lo relacionado con el arte
audiovisual?
Soy hijo único, de origen bastante humilde y mi madre me llevó al cine
todos los domingos desde bien pequeño. En aquella época no teníamos ni tele,
así que, aparte de leer, el cine se convirtió en mi primera escuela de la vida
más allá del colegio. No es que tuviera una infancia infelíz, pero sí de
recursos limitados. El mismo día que cumplía once años vi “2001: una odisea del
espacio” y tuve algo así como una revelación. Del mismo modo que hay gente que
lee toda vida pero nunca se plantean escribir yo hasta entonces me limitaba a
ser un apasionado del cine, pero después de ver aquellas imágenes fascinantes
me dije a mí mismo que quería hacer películas. Está claro que a los once años
recién cumplidos no entendí un rábano de lo que pretendía explicar Kubrick, sin
embargo aprendí algo que quizás es más importante: aquella película no tenía
nada que ver con todo lo que había visto hasta entonces y de alguna manera entendí
que con el cine se podía hacer todo lo que uno fuese capaz de imaginar, algo
así como un juguete o una herramienta de infinitas posibilidades. Me dediqué en
cuerpo y alma a hacer cine (en Super8, claro) para conocer su naturaleza, de
qué estaba hecho, cómo funcionaba y cómo se podía llegar a hacer cosas como
aquella que tanto me había deslumbrado.
3º Tienes una trayectoria profesional que da vértigo ¿Qué piensas cuando
miras atrás a todos esos años y ves la infinidad de producciones y proyectos
que has llevado a cabo?
No pienso mucho en eso, ni hago análisis ni cosas de ésas. Salvo mis
primeros años de aprendizaje personal, básicamente viendo películas una tras otra
en la Filmoteca y experimentando con el Super8, todo lo que he hecho después es
fruto del azar de la vida, una cosa te lleva a otra del mismo modo que el
viento mueve las velas de tu barco y te dejas llevar. El tiempo te va dando
experiencia y paso a paso te sientes más preparado para lo que acontezca. Apenas
he tenido tiempo de pensar en proyectos personales que en todo caso siempre se
quedan a la cola. Me considero más bien como un carpintero o un arquitecto,
alguien con un oficio al que le encargan trabajos y disfruto haciéndolos lo
mejor que sé.
4º En 1983 nace TV3 época en la que diriges y
realizas programas como “Estoc de Pop” ganador de un premio Ondas, “Arsenal”
programa muy innovador en aquel momento y muchos más programas que marcaron una época en TV3. ¿Qué te aportó
la experiencia de trabajar como realizador y director todos esos años en
televisión?
Aunque mi obsesión seguía siendo el cine, en aquella
época de aprendizaje a finales de los 70 tuve la oportunidad de acceder
precozmente a la tecnología del video y esto me valió para que me llamaran de
TV3 como realizador. Era la primera televisión autonómica y todo estaba por
inventar. Guardo muy buenos recuerdos por la gran libertad creativa que había en
aquel momento para arriesgar y experimentar. Eso hizo posible aquellos
programas, sobretodo Arsenal y Arsenal-Atlas, irrepetibles e impensables en la
actualidad. Sólo he vuelto a tener satisfacciones similares cuando tuve el
privilegio de llevar las riendas de BTV (Barcelona Televisió) entre 1997 y
2003. En ambos casos, el carácter heterodoxo de nuestro modo de entender la
televisión topó con la imposición de criterios más convencionales y
conservadores que truncaron proyectos que estoy seguro podían haber tenido un
recorrido mucho más largo.
5º Después vino una larga etapa de creación de
videos y documentales como el de “Gaudí”, “Buñuel”, "L’espectador
i l’esport" y "El
quadrat d’or", este último premiado en el festival de cine y video de
Nueva York. Al igual que un escritor ¿sientes una necesidad personal por
plasmar con imágenes lo que un escritor con palabras?
Si. La forma de expresarme en la que me siento más
seguro es a través de imágenes. Desde mi primer Super8 siempre he tenido una
cámara-lápiz conmigo (en la actualidad
se llama iPhone) y nunca he parado de captar imágenes fijas o en movimiento de
todo lo que me rodea. Pero, como he dicho antes, siempre he trabajado sobre
encargo y éstos trabajos que citas aparecieron porque alguien pensó que yo los
podía hacer. En el caso de “Gaudí” por ejemplo, Paco Poch me presentó un guión
para hacer un biopic para televisión. Yo no me veía rodando aquello y le
propuse hacerlo como documental. El problema es que no existían imágenes de
Gaudí así que decidimos inventarlas en el más puro estilo “Zelig” de Woody
Allen. Creo que es el primer falso documental de este país. Lo que intento
siempre es apropiarme del reto, convertirlo en algo personal aunque la
iniciativa venga desde fuera. Yo no decido el “qué” pero sí el “cómo”. Y ahí es
donde me crezco, porque los desafíos “me ponen”, necesito la dificultad para
motivarme, y en el fondo es una excusa para aprender. En cada nueva cosa que
hago aprendo algo, o mucho, ya sea por la inmersión personal que debo hacer
sobre el tema o por los compañeros de viaje con los que llevo a cabo el
trabajo, ésa familia que se forma entre actores, ayudantes y equipo técnico,
cuyas experiencias me enriquecen todavía más. Sin ése aliciente es difícil que
me sienta motivado.
6º ¿Dónde te sientes más cómodo dirigiendo un documental o un largometraje?
¿Son canales de expresión diferentes para ti?
Evidentemente son géneros distintos, pero yo no
cambio de chip puesto que mi relación con el medio siempre es la misma. Además,
tanto en el caso de “Gaudí” como en el de “Macià contra Companys” que realicé
recientemente, casi podríamos hablar de transgénero. Al final todo confluye en
una mesa de montaje, y es allí donde me siento más fuerte y donde saco lo mejor
de mí mismo. Para mí ésa es la parte más parecida a la del escritor porque el
montaje es la forma de escribir del cine. El modo de obtener las imágenes puede
variar ligeramente pero al final lo que importa es la manera como estructuras
lo que has rodado. Los planos y las secuencias se conjugan igual que las
palabras, las frases y los párrafos. Pruebas, cambias, corriges, repites,
vuelves a empezar, etc., igual que en todo proceso creativo.
7º El 1992 fue un año mágico para Barcelona. Llevaste la dirección de
las ceremonias de inauguración y
clausura de los juego olímpicos de Barcelona. Fueron los juegos mejor
organizados y más espectaculares de la historia según los medios ¿Como viviste
el momento y que supuso para ti ese reto?
Ésa etapa se la debo a Pepo Sol, gran amigo ya
fallecido y productor, que confió ciegamente en mi en todo momento. Me ofreció
el trabajo el mismo día que nació mi hija María, en un momento en que yo estaba
a dos velas (dicen que los hijos traen un pan debajo el brazo). Empecé de
ayudante de Bigas Luna, pero cuando se marchó para dirigir “Jamón Jamón”, Pepo
me puso al frente sin titubear. Aquello no era ni cine ni televisión, era una
especie de arte total de dimensiones
faraónicas. No hace falta decir lo que supuso para mi aquél desafío.
Aprendí lo que no está escrito y lógicamente amplié mi radio de acción
profesional hacia terrenos escénicos y en organización de toda clase de
eventos. Sin embargo, aquel mismo año todavía tuve tiempo de llevar a cabo uno
de los pocos proyectos personales que he podido hacer, "Las variaciones
Gould", gracias a la coincidencia con el décimo aniversario de la muerte
del pianista Glenn Gould. Una idea, o más bien un deseo, que tenía desde hacía
tiempo se convirtió de repente en un encargo con carácter de urgencia para
poder ser emitido por la cadena Arte en la fecha precisa del aniversario. Creo
recordar que no tuve mucho más de un mes para realizarlo, pero obtuvimos un
segundo premio en el Middem en Cannes.
8ª "Antártida" fue tu primer largometraje en el 1995
protagonizado por Ariadna Gil y Carlos Fuentes. ¿Era una asignatura pendiente
el salto a la gran pantalla? ¿Cómo fue la experiencia?
Pues sí, más de veinte años después de mis primeros pinitos en Super8
me llegó la oportunidad de hacer un largo. Visto así se podría decir que ya
estaba sobradamente preparado para el salto, pero mis sensaciones eran más bien
las de un principiante. El productor Andrés Vicente Gómez y el mismo Pepo Sol
me ofrecieron carta blanca para hacer una película y aquello, aunque parezca
extraño, me cogió desprevenido, agotado después de hacer las ceremonias, y lo
que es peor, sin ninguna idea en la recámara. Tardamos casi un año en ponernos
de acuerdo sobre el proyecto (incluído un intento de remake de "The Naked Kiss", de Sam Fuller!),
hasta que un tipo dejó caer en mis manos la primera novela de Francisco
Casavella, "El triunfo", de la cual era propietario de los derechos.
Y en verdad era la historia perfecta, una tragedia shakesperiania en los arrabales
de la Barcelona pre-olímpica. Lamentablemente aquél hombre puso un precio y
unas condiciones inaceptables por la cesión de los derechos, de modo que
decidimos encargar a Casavella un guión original. Así nació
"Antártida".
Siempre he asumido las carencias y defectos de mi primera película
porque en ningún momento se me cuestionó el estilo que quise darle ni padecí
estrecheces en recursos y medios. Ciertamente la película tiene momentos
maravillosos y realmente inspirados de los que me siento orgulloso, pero otros
rechinan notablemente. Acostumbrado a la inmediatez de la televisión y del
video, el proceso cinematográfico me resultaba lento y farragoso hasta el punto
de que al final del camino uno se da cuenta del peso que tienen determinadas
decisiones que has tomado casi tres años antes y de que si pudieras volverías a
empezar de otro modo. Un escritor, o un pintor, puede revisar, reescribir y
corregir infinitamente, pero en cine eso no es posible. Cada paso es definitivo
y no tiene marcha atrás. Por resumir, aprendí a pre-visualizar y a anticipar
con mucha mayor precisión todos y cada uno de los elementos que conforman el
complejo funcionamiento de una película, desde el guión hasta el montaje final.
Y a decir verdad, siempre me quedó clavada la espina de no poder rodar "El
triunfo" que, por cierto, dirigió finalmente Mireia Ros en 2006.
9º Precisamente
en 2006 llegó tu segunda película
“Salvador” siendo premiada en varios certámenes entre ellos un premio un Ondas
y un Goya. Muchos que la vimos nos conmovió y nos hizo pensar que era mucho más que una película. Tuvo que ser algo muy especial dirigir Salvador
¿cierto?
De nuevo un
encargo. Jaume Roures, a quien ya conocía pero no veía desde los primeros
tiempos de TV3, me propone de sopetón, en una comida que habíamos concertado
para hablar de temas relacionados con el Forum 2004, “la” película sobre
Salvador Puig-Antich, basada en el libro “Cuenta atrás” de Francesc Escribano.
Todavía con mi piel de gallina sobre la poderosa carga emocional y el significado
de aquella proposición, me confesó que yo no había sido su primera opción, pero
que no había encontrado suficiente interés y receptividad en sus tanteos
previos. Ésta vez, para mí, el reto ya no era tanto confiar en mis aptitudes
como director (supuestamente mejoradas después de la experiencia de
“Antártida”), sino la responsabilidad de llevar a buen puerto la historia real de
todo un símbolo de la lucha contra la dictadura, el último preso político,
militante del M.I.L. (Movimiento Ibérico de Liberación) ejecutado mediante el
macabro procedimiento del garrote vil, la madrugada del 2 de marzo de 1974. Yo
tenía entonces 17 años y aquél episodio despertó crudamente mi conciencia
política. Así pues, en esta ocasión estaba manejando un material que formaba
parte de mis recuerdos y de la memoria colectiva de mi ciudad y de mi país.
Junto con Lluís
Arcarazo, el guionista, y el propio Jaume, durante un año mantuvimos encuentros
con todos los testimonios directos de aquellos tiempos para asegurar la
credibilidad de la película y darle el enfoque adecuado. Era un proyecto
ambicioso en medios y reparto (visto ahora, literalmente el sueño de cualquier
director) porque había una clara vocación de hacer llegar aquella historia al
mayor número posible de espectadores.
Acusado de la
muerte de un policía en el transcurso de un fuego cruzado demasiado confuso
para sacar conclusiones, Salvador fué condenado a muerte tras un juicio que,
además de ilegal estuvo rodeado de toda clase de irregularidades. Pocos meses
antes, y estando ya en prisión, ETA asesinó a Carrero Blanco, lo cual le
convirtió en el chivo expiatorio de un régimen sediento de venganza. Era
importante no sólo contribuír a la infatigable lucha de las hermanas por la
revisión del caso, sino también dar a conocer a las nuevas generaciones cómo
era éste país hace poco más de treinta años, además de ser un claro alegato
contra la pena de muerte. Y mientras escribo ésto no puedo evitar pensar en la
involución a la que estamos asistiendo hoy día viendo surgir de nuevo aquellos
fantasmas de un pasado que nunca debería volver.
10º Eres una persona muy ligada también a la música
¿Qué tal la experiencia con Jorge Drexler en el documental “Un instante
preciso” que recoge parte de la gira del cantautor?
Es uno de los trabajos más agradecidos que he hecho.
El personaje es tan expresivo cuando habla (y lo hace por los codos) y cuando
canta, que todo se desarrolló con una fluidez pasmosa. Le pedí que se olvidara
de la presencia de la cámara, como si ésta fuera invisible. Un documental cuyo
guión lo escribió el azar, con la única premisa de grabarlo en blanco y negro
(algo que siempre hago cuando me dejan) y que refleja claramente el estado de
gracia permanente de este hombre en un 'instante preciso' de su vida. Para mi
gusto, también es de los trabajos mejor montados que he hecho, junto a mi
inseparable montador Pablo Montes.
11º ¿Algún día veremos alguno de tus proyectos con un artista que
sabemos admiras Bruce Springsteen?
Soñar es gratis, pero creo que ya es un poco tarde. Me habría
encantado hacer algo parecido como lo que hice con Drexler, a su vez inspirado
en el “Don’t Look Back” de Pennebaker sobre la primera gira de Bob Dylan en
Inglaterra, o “In Bed with Madonna”. El documental musical es un género en el
que me siento como pez en el agua y hay un buen puñado de músicos a los que
seguiría de gira al fin del mundo. De todos modos puedo decir que he tenido a
Bruce media hora delante de mi cámara grabando una entrevista que le hacía
Manel Fuentes.
12º Entre tus últimos trabajos hemos podido ver “Son & Moon” sobre
la vida del astronauta Michael López-Alegría en la Estación Espacial, la ya
mencionada “Macià contra Companys” y el magnífico documental "Pepe
& Rubianes" ¿Cómo surgió la idea de este documental?
Ésta vez Roures
me pidió que pensara algo para recordar a Pepe Rubianes, puesto que tenía la
sensación de que su figura había quedado ensombrecida e injustamente recordada
tras su prematuro fallecimiento y sobre todo, por aquellas declaraciones contra
la España fascista por las que recibió amenazas, denuncias y toda clase de
reacciones violentas. Todos sabemos que Rubianes no tenía pelos en la lengua y
la admiración que cosechaba reposaba en buena medida en el ejercicio de una
libertad de expresión sobre lo que muchos pensamos y pocos se atreven a decir
en público (no quiero ni imaginar lo que estaría diciendo en éstos momentos).
La idea de cómo
abordar éste homenaje me vino después de asistir a una cena en la que sus
amigos más cercanos, autodenominados 'viudas de Pepe Rubianes', se reúnen con
regularidad para recordarlo y reír, o llorar, con sus anécdotas, sus viajes o
sus últimos padecimientos. Por supuesto, éstos amigos son por sí mismos un
espectáculo porque pertenecen al mundo del
teatro, del humor o de la música. Aquella cena me pareció tan divertida y
entrañable que pensé que lo mejor era repetirla, un poco en el estilo de la
secuencia inicial de "Broadway Danny Rose" de Woody Allen. Y así lo
hicimos, con cinco cámaras y dando rienda suelta a los comensales para que entre
todos se fuera dibujando el retrato del personaje, con sus luces y sus sombras,
sin buscar la adulación ni sentimentalismos. Un retrato crudo y divertido,
espontáneo y sincero sobre un amigo genial, provocador e irrepetible.
13¿Tienes nuevos proyectos a la vista?
Ahora mismo estamos trabajando en
un documental un poco ‘transgénero’ sobre Barcelona, que grabamos a lo largo de
un año en formato estereoscópico (3D) y que tiene la particularidad de que
parecerá hecho en un solo plano secuencia desde el principio hasta el final.
Esta vez el reto no está nada mal puesto que utilizamos una tecnología tan
nueva y sofisticada que algunos trucos y artilugios prácticamente los tenemos
que inventar, o, en su caso, acabar de desarrollar con empresas especializadas.
Soy consciente que el 3D tiene todavía muchos detractores, pero lo que ocurre
es que se trata de un lenguaje nuevo que requiere empezar desde cero, del mismo
modo que el cine sonoro tuvo que re-inventar la forma de plantear y rodar las
películas. Gafas aparte, el rechazo hacia el 3D a menudo está plenamente
justificado por el hecho de que la mayoría de las películas no tienen en cuenta
la necesidad de adaptarse a un nuevo medio con sus propias reglas del mismo
modo que también abre nuevas y fascinantes posibilidades. Para mí, el 3D no es sólo
lanzar flechas al espectador, y creo que tiene que ver más con la posibilidad
de hacer experimentar a la audiencia la sensación de vivir una realidad
paralela completamente inmersiva. Y ésto también es válido para el sonido, que
también estamos trabajando en el mismo sentido.
14 ¿Cómo ves el mundo
cinematográfico en la actualidad en España? ¿Alguna película que nos quieras
recomendar?
El actual gobierno del PP está
desmantelando toda la industria cultural, y el cine forma parte de ella. Si
hasta ahora había sido un sector inestable, basado en unas cuantas celebridades
y en mucha subvención de irregular eficacia, decir que en la actualidad lo veo
negro es poco. Si se están cargando sin miramientos cosas tan sensibles como la
sanidad y la educación pública, es evidente que, para ellos, la cultura todavía
es más prescindible (a excepción de los toros, claro), y lo más probable es que
el cine que nos espera sea bastante rancio si no descaradamente propagandístico.
Solo nos falta que vuelva el No-Do!
Sin embargo, y mientras ésta gente
no invente nuevas medidas represoras, veo un gran potencial en fórmulas
alternativas para sacar adelante proyectos, como por ejemplo el 'crowfunding' y
sobretodo en el siempre creciente potencial de internet. De todos modos, el
lenguaje audiovisual ya estaba cambiando hace tiempo, y con o sin PP, la forma
de entender 'el cine' también pasa por enormes transformaciones, sobretodo en
su forma de difusión. En éste orden, Internet, la televisión, y cada vez menos
el video doméstico, compiten de forma salvaje con las salas de cine que
prácticamente sólo son rentables exhibiendo blockbusters con palomitas.
15 ¿Qué le pedirías al futuro?
El futuro es ahora más incierto que nunca. Vivimos momentos cruciales
y nadie está a salvo de los cambios que se avecinan y que muy probablemente van
a ser traumáticos. Y no me refiero únicamente a España. Me preocupa
especialmente el mundo que dejamos a nuestros hijos en particular y a las
generaciones venideras en general. Hace falta un nuevo “ismo” que acabe de una
vez por todas con la injusticia, la corrupción, el hambre y las guerras, y que recuperemos
una convivencia equilibrada con el planeta y con las especies que habitan en él.
Así que yo le pediría al futuro que haga realidad la utopía.
Preguntas rápidas:
Una ciudad? Barcelona
Una sensación? Todas las que me ofrecen los cinco sentidos
cuando se manifiestan en forma de placer.
Un color? Leds RGB con controlador (millones de
colores) :)
Un olor? La India.
Animal preferido? Mi relación más íntima con un animal fue con
un gato negro llamado Mishima. Ya hace años que murió. Siempre he dicho que si
no puedes cuidar debidamente un animal de compañía es mejor no tenerlo. No le
abandoné ni tuvo malos tratos, simplemente lo trasladé a una vivienda donde
tuvo una vejez mejor que la que yo le podía ofrecer. Me entiendo mejor con las
plantas y el huerto de mi terraza, a pesar de que dan infinitamente más trabajo
que un gato!
No te gusta que? No me gusta lo que está pasando.
Nunca pudiste? Conocer a Kubrick :)
Crees en vida extraterrestre? Sí, pero siempre relativizando lo que entendemos por vida. El Universo es demasiado grande y con infinidad de variables como para pensar que no “existe” nada más.
Un momento? La flecha de Rebollo.
Una comida? La receta del conejo que hacía mi madre y
que ahora, poco a poco, voy consiguiendo igualar.
Una película? Después de lo dicho sobre 2001 la respuesta
es obvia. Me gusta demasiado el cine como para quedarme con una sola película,
pero por destacar algo puedo decir que sigo muy impresionado con El árbol de la
vida.
Un actor? De Niro, a pesar de
que últimamente me desconcierta bastante, para mi será siempre, o
especialmente, el Jake La Mota de “Toro Salvaje”
Un deseo? Me remito a la última frase de la pregunta
15.
this is great! thanks...
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