JOAQUIN BRETÓN, escritor

1º ¿Quién es Joaquín Bretón?

Un sujeto ateo con 66 años de edad no sujeto a convencionalismos. Ex ingeniero, ex hijo, ex triatleta, ex obediente, expulsado de varios colegios de bachillerato, ex gerente pésimo de fábricas de concentrados para alimentar aves y de embotelladoras de bebidas gaseosas, padre de cuatro hijas de tres mamás, amante del rock y de la música clásica, lector precoz, nulo bailarín y eterno huésped del hotel de sus padres. Poseo humor negro y verde y un amplio conocimiento no engreído de las palabras. Incorrecto autor en 1.967 de “El oso y el anticuario, náusea y carcajada”, novela inédita a la que le birlaron el primer puesto en un concurso de novela y no digo más. Y, en 1.999, autor de otra muy extensa y barroca llamada “Derrota Victoriosa”.

2º ¿Cómo empezaste a abrirte camino en el mundo de la literatura?

Muy pequeño -acaso siete años- me purgaron el estómago con una pócima muy fuerte y de efectos casi instantáneos, así que para ahorrar tiempo me sentaron en una mecedora cerca del cuarto de baño y para entretenerme mi padre me puso un libro en las manos y en los ojos. Era la Ilíada. Años después, mi madre, una mujer de ancestros indígenas, e iletrada ella, se transformó en un reservorio a cuyas aguas yo iba a abrevar. ¡Que viva Edipo, carajo!

3º Háblanos de tu libro Huéspedes insólitos.

El hotel de siempre fue fundado por mi padre en 1.937, nueve años antes de mi nacimiento. Hasta la fecha han pasado 75 años, 27.375 días cada uno con 50 camas ofrecidas. Así que, con una ocupación del cien por ciento, como en efecto lo es, lo fue y lo será, por el hotel pasaron 1´368.750 huéspedes. ¿Cómo demonios, frente a una suma tan abultada, no me era posible hallar 50 individuos que se salieran de los límites de la normalidad?

4º ¿Como fue el proceso de la realización del libro?

En el escenario central de la casa del libro total, en Bucaramanga, Colombobia, instalaron escritorio, computador y dos pantallas gigantes externas para que el público, al instante, pudiese ver el avance de la escritura en vivo. La aventura se extendió por 90 días, de 9am hasta 3pm, un total de 540 horas. Una operación matemática indica que escribí un cuento cada 11 horas. Nada de inspiración, todo fue sudor y disciplina.

5º ¿Fue difícil plasmar parte de tu vida en palabras?

En realidad no, siempre viví en el hotel, así que tenía todas sus intimidades frescas y vivas bullendo en mi cerebro. El trabajo fue más físico que cerebral.

6º ¿Qué significa para ti el escribir?

Un escape de presión. De no hacerlo, creo que mis neuronas y dendritas estallarían.

7º ¿Cual son las tres principales reglas para ser un buen escritor para ti?

1ª. Desconfiar de los consejos. 2ª. Saber todo lo que sea posible de música, cine, geografía, astronomía, gastronomía, sintaxis, deportes, griego, latín, historia, mitología, sexo, biografías, agricultura, zoología, biología, ortografía, medicina, fábulas, matemáticas, ornitología, etimologías, modas de vestir y desvestir, en fin, aprender un poco de todo y no todo de un poco. 3º. Escribir sobre tu cercanía más inmediata. Ya lo dijo un insigne: escribe sobre tu aldea y serás dios con minúsculas.

8º ¿Qué es lo que le hace sentarse delante del papel a Joaquín Bretón para rascar en sus adentros y escribir?

Es una pregunta difícil. Tal vez el afán de sobrevivir en este (in)mundo.

9º ¿Es difícil ser escritor en Colombia y dar a conocer sus obras?

 No, no es difícil ser escritor en ninguna parte del mundo, pero en Colombobia sí lo es -y muchísimo- el dar a conocer las obras porque si no perteneces a una rosca, asociación o grupo literario, nadie te prestará atención, a menos que la obra sea protegida por algún padrino especial y poderoso.

10º ¿Qué lecturas o escritores te apasionan?

La respuesta es variable, hoy pudiera decir que Faulkner, mañana Cervantes, antier Bashevis Singer, pasado mañana don Jorge Manrique, el año entrante Capote, un jueves santo Hemingway y así hasta el infinito. Y si se trata de poesía, Sylvia Plath y Virginia Woolf. Pero en verdad, y después de sumar y restar, me quedaría con Faulkner y Cervantes. No hay una respuesta definitiva.

11º ¿Cómo ves el panorama cultural para los artistas, músicos, escritores  en Colombia?

Negro, cruel, negativo. En mi patria reina la bala, la corrupción, la injusticia ecológica, la mentira política, el culto de lo macabro y la adoración por el mal gusto.

12º ¿La cultura es el mejor alimento de una nación?

Sí, pero como casi siempre el estómago domina al cerebro, entonces la respuesta sería no, no lo es.

13º ¿Tienes algún proyecto o libro en camino?

Escribir, también frente al público y durante sesenta días, una novela de tintes extraterrestres y médicos. Ficción alopática e interplanetaria que mucho tiene que ver con una enfermedad extraña que atacó a una de mis hijas

14º Nos gustaría que escribieras algo improvisado que sientas en este momento  para toda aquella persona que lea tu entrevista y contemple el brillo de tus palabras.

Que por favor me lean con calma y diccionario, buena disposición de ánimo y desprovistos de prejuicios.

15º ¿Qué le pedirías al futuro?

Treinta años más de vida en pleno goce de todas mis facultades. Una utopía, pero a ella me aferro como náufrago.

Preguntas rápidas:

¿Una ciudad? Zapatoca, Colombobia.

¿Una sensación? La antesala del amor.

¿Un color? Azul oscuro

¿Un olor? El del trapiche

¿Miedo a? Una muerte lenta

¿Animal preferido? El tiburón blanco

¿No te gusta que? El proselitismo religioso

¿Te gusta que? El vuelo en reversa del colibrí

¿Admiras a? A todo aquel que no quiera ser admirado

¿Nunca pudiste? Pagarle a una prostituta

¿Crees en vida extraterrestre? Por supuesto que sí

¿Un libro? Absalón, Absalón, de Willy Faulkner

¿Un personaje histórico? Aníbal Barca

¿Una comida? La mejicana

¿Un lugar para visitar? Ítaca

¿Una película? West Side Story

¿Un actor? Marlon Brando

¿Una actriz? Jeanne Moureau 

¿Una canción favorita? Guantanamera 

¿Una manía? La piromanía 

¿Un deseo? Vivir treinta años más con todas las de la ley

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